La sal de mi llanto se confude en el manto cálido de la noche
soñe que estabas a mi lado cuando el silencio de las estrellas emergía
en medio de un bosque frondoso como el atardecer
abriendo las puertas de mi más profundo sentimiento
inundando mis ojos con el amargo de tu recuerdo.
Las flores del jardín se tiñen de rojo cuando se cierne la medianoche
el sol se ha ocultado porque aborrece cada uno de mis lamentos
las luces del cielo cayeron sobre mí cuando más me dolía tu ausencia
y el reflejo de tu sombra grabado al rojo vivo sobre mi piel
sobre cada llanura de la geografía de mi cuerpo.
Soñé que crecían alas sobre mi espalda
y me llevaban a los confines de un mundo paralelo
en donde el tiempo se detenía y me decías que me necesitabas
pero la necesidad es un concepto que para ti perdió significado
y para mí fue la pérdida de la razón.
Lágrimas nocturnas que no hoy no son más que la prueba de tu abandono
el frío del Invierno recorre mis venas y extingue el calor de mis labios
como en un sueño te vuelves a mí una vez más
pero me doy cuenta que el alba se aproxima iluminando una vez más mi soledad
marcando el comienzo infinito de mis angustias.
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